Corría el 7 de mayo de 1824 en el teatro Karntnertortheater. Un Beethoven cuasi totalmente sordo y derruído por la edad dirige el estreno de su última sinfonía. Al finalizar en el último calderon del compás final, Beethoven continúa moviendo la batuta y dirigiendo a la orquesta. Una soprano del coro debe indicarle al compositor que la sinfonía había concluído, y que detrás suyo, toda Viena aplaude de pie la majestuosa obra. ¿Cómo pudo un hombre abatido por la desgracia, sordo, solitario y mil veces criticado por su misantropía, la cual lo llevó a ser odiado por las mujeres que amaba, componer un verdadero himno a la alegría y a la vida? Sólo el genio de Bonn podría llevar a cabo semejante proeza. Oz dejo con el final de la Novena Sinfonía c:
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